30.1.13

Street-Art

Urban-dance-photo-7_large

Creo que hoy tengo la necesidad de hablar sobre músicos y subtes, pero es mejor empezar con los músicos primero, ¿no? Desde ya hace un largo tiempo formé un profundo respeto por todo aquel que sea capaz de componer una simple estrofa o cantar cualquier cosa o simplemente crear un riff en la guitarra,  será porque me creo incapaz de poder hacerlo. Hace ya casi dos años tuve mi primer "encuentro" por decirlo así, fue algo chico pero creo que pegó un pequeño impacto en mí, tuve que tocar enfrente de mi escuela y aunque surgieron problemas y batallas con la que sería mi compañera fue una experiencia que me cuesta olvidar; la adrenalina de tocar frente a un grupo de personas me dio una alegría que me gustaría volver a repetir. Aunque tengo que decir, mi secundaria es chica y hay pocos estudiantes, todos se conocen entre todos pero con eso y todo casi no toco por los nervios. 
Pasé de tocar la guitarra, dejar y ahora empezar a aprender batería pero siempre tengo la idea de que no sirvo para la música, de que, por más que me mate practicando nunca voy a poder componer o tocar bien. Acá engancho el tema de los subtes. 
Desde que conozco los subtes de la hermosa Capital Federal siempre vi músicos tocando y en muchos casos, nadie se preocupaba en escucharlos o siquiera mirarlos pero toda mi vida les tuve el mayor respeto. El otro día me encontré con una de las mejores escenas desde que viajo en subte: tres músicos, una chica con un violín, y dos hombres, uno con una guitarra y el otro con un arcodion. Tocaron canciones internacionales, clásicas de países europeos. Mi mamá y yo, aplaudiendo al ritmo de lo que tocaban en el momento y por unos segundos me dediqué a ver alrededor mío; parecía un mundo gris y todos estaban anclados en su mundo algunos leyendo el diario y otros enviando mensajes por el celular. Cuando terminaron y pasaron la clásica gorra, les dejé $10 que le pedí prestado a mi vieja. La alegría del trío me contagió por el resto del día. 
Hace un tiempo dejé de ver la corrupción o la parte oscura de la sociedad, en el último tiempo prefiero ver el mundo donde vivo como una tierra llena de arte, de motivación y color. Porque cuando tenes música y hay música (sobretodo en las calles), dibujos, expresión, el mundo no se convierte en un lugar tan gris. Probablemente me pase esto porque todavía soy joven y no tengo que cuidar a mis hijos, trabajar y limpiar la casa, hacer esas tareas que te pueden bloquear. Por esto y miles de cosas me da miedo crecer. 

1 comentario:

  1. Hola, acabo de iniciar un blog y con el una novela, espero puedas pasar y leer el primer capitulo. Me gustaría igual que me dejarás el link donde se encuentra el primer cap de alguna de tus novelas así también podría leer algo tuyo.
    Me retiro, un gusto, gracias.

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